Adonis Martín
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Como el PLDMoradoVerde no se ha autocriticado ni ha pedido perdón a este país ni a su militancia entonces merecen y deben seguir su penitencia política hasta el 32, cuando la rebelión interna de sus jóvenes brillantes haya destronado a sus caudillos de aposento.
Entonces esos nuevos jóvenes líderes ya habrán entendido por qué el PRMAbinader se convirtió en un hoyo negro electoral en mayo de 2024 y descubrió por donde le entra el agua al coco. También entenderán el daño colateral generado por el inicio de la transición de un Sistema de Partidos Tripartidista a un Sistema de Partidos Bipartidista, que deja en el camino a ilustres cadáveres insepultos.
Si esos nuevos líderes jóvenes entierran la mirada “leninista” de que el Partido se fortalece depurándose entonces entenderán que su futuro comienza en el 28, año en el que nuestro país necesitará las mentes más preclaras y lúcidas para enfrentar el inicio del colapso de nuestra civilización capitalista; el fantasma de la continuación de la Guerra Civil en Estados Unidos de América, junto al colapso de su democracia electoral; el proceso de formación de una nueva nación dominicohaitiana; el dilema de la burguesía “dominicana” expresado en su gran capacidad de acumulación y su real incapacidad de distribución.
La posible irrupción en nuestro país de un Bukele de derecha o de un coronel de izquierda (Izquierda dominicana”falsa”, heroica o en involución con vocación fragmentaria, donde existen dirigenteseternos amantes de la soledad, cuya única estrategia consiste en morir de “pureza”, incapacitados de vincularse a las masas populares, con una mirada antileninista creyendo que la vida no es gris sino blanco y negro, es decir, sin entender los matices sobre los que se monta la táctica, y sin saber que en este país no hay altares, porque ya no quedan santos).
Así como el PRDPeñaGómez fue el instrumento histórico en 1978 para salir de un déspota llamado Balaguer (padre de la desintitunalizacion dominicana) también el PRMAbinader fue y es un instrumento para desalojar (y mantener fuera) de la presidencia a un PLDMorado con vocación protodictatorial (hasta 2044) convertido en peligro para la nación al convertirse en partido hegemónico con vocación de partido único.
