Adonis Martín
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Un norte estratégico fallido, junto a un tacticismo de echadíaspolíticos. Así puede sintetizarse la tragedia electoral de la “oposición” política dominicana. Definieron como su Santo Grial político “ganar” en Segunda Vuelta, usando como medio “ir juntos pero separados”.
Reconocieron su falencia estratégica y ahora aceptan ser dirigidos por opinantes radiales y televisivos
(mas algún twitero) bajo la orientación no calificable de un importante periódico de circulación nacional
que decidió despertar el fantasma del 63 y transitar por el camino peligroso e incierto de la desinstitucionalidad… de la República, manipulando la cuestión haitiana y lo relativo a la prima del
dólar, dimensionando el asesinato selectivo de militares y policías(los que “nos cuidan”) y el raterismo
barrial como mecanismo de desmovilización de masas; preanunciando renuncias en el Banco Central
y el alejamiento de “la Embajada” y de una parte del gran empresariado, junto a un sector “importante”
de la Iglesia Católica; desnaturalizando el error impuesto del DNI; deslegitimando a la JCE y el camino de las urnas (dispuestos a utilizar recursos malhabidos para ensombrecer los resultados electorales, con la finalidad de crear las condiciones (antes, durante o después del 19 de mayo) para una poblada parecida a la de abril de 1984, que viabilice el retorno de su caudillo de aposento, quien ya ha sido engañado tres veces por el Príncipe de Bohechío (San Juan).
Ese es su sueño, su desideratum.
En realidad todo lo anterior aleja del PLDMorado y Verde a una parte de su masa silente desmoralizada y desmoviliza a otra parte de su militancia (Que ya entendió por qué perdieron en el 20).
Junio 2020 golpe seco
Ya estaba escrito que en el 2020 el país necesitaba un golpe seco, un golpe de timón, para imponer la democracia electoral y acabar con la pesadilla de líderes de presupuesto y “sobrecitos”, lucha en la que jóvenesdeclasemedia jugarían un papel estelar.
Esos jóvenes rebeldes, creativos e irreverentes formaron y forman parte de un eje de indignación que
atraviesa la historia política dominicana desde julio de 1838 hasta la insurrección cívica de la Plaza de la
Bandera en 2020 y continúa hoy. En su lucha de ayer y hoy esos jóvenes aprendieron que este es un
país exhausto de políticos cuya única seriedad consiste en no reírse; de políticos que confunden percepción caudillista con realidad electoral, y son expertos en añadir miedo al miedo e incertidumbre, gozosos de lidiar en mataderos electorales construidos a su imagen y semejanza, con sus damnificados materiales y damnificados espirituales.
Esos jóvenes también aprendieron que estamos viviendo en el borde, en el límite, de una civilización
capitalista en tránsito caótico desde un Orden Mundial Unipolar a uno Multipolar, que tiene como marco lo que el Papa Francisco llama Tercera Guerra Mundial por Etapas y en Modo Híbrido, donde los ciudadanos están siendo vigilados todo el tiempo por las élites mundiales globalistas a través de Fake News y de infames instrumentos de manipulación vinculados a Facebook, Instagram, Amazon,Youtube, Twitter(X), Netflix, Whatsapp, ChatGPT, Agencias de Inteligencia y Contrainteligencia, y otros.
Hablamos de un mundo que ha puesto en evidencia la hipocresía y el cinismo de los “líderes” de Occidente, así como la actitud de Sardina de líderes dominicanos frente al Tiburón estadounidense.
En medio de ese maremagnum el pueblo dominicano asestó un golpe seco a gente “cansada de ganar” con un Partido hegemónico que tenía como horizonte gobernar hasta el Bicentenario de la República en 2044.